En la Central, Diego quiere hablar con María y le pregunta cómo está. Ella le pregunta si quiere hablar de su casamiento. "No, justamente no quiero pensar en eso!", le contesta él. María le dice que tendría porque falta muy poco. "No paro de soñar todas las noches.", le dice Diego. María se derrite y le pide que la corte. En este momento a Diego le suena el celular, es Rosario. Cuando termina su conversación, María le dice a Diego que tiene que pensar en las cosas de su casamiento. "Para que ese matrimonio funccione, te tenes que olvidar de mi, me tenes que borrar de tu cabeza, del teléfono, de la agenda, de todos lados donde esté yo.", le dice. "Eso no es problema...Te puedo borrar de la cabeza, de la agenda, de todos lados pero cómo hago para borrarte de acá?", le pregunta Diego poniéndose la mano en el pecho. "No se, cómo hago yo, cómo puedas...", le contesta María. Llega Hugo y Diego se va. Monterrey manda a Hugo y a María a revisar el laboratorio del científico prófugo para rescatar toda la información posible sobre el experimento. Pero Hugo miente que no puede ir y pide a Diego que lo reemplaze. Rosario, muerta de celos, va al laboratorio para evitar que Diego y María estén juntos. Sacada, discute con María y rompe una ventana activando una alarma que los deja a los tres encerrados. Y no solo eso, sino que un gas mortífero empieza a salir por las rendijas. El gas hace estragos en Diego, María y Rosario. Diego encuentra un antídoto, pero solo hay dos pastillas. Apuntándose con el arma, obliga a María y Rosario tomar las pastillas y se desmaya. >>> VIDEO <<<
31 de agosto de 2011
La Historia | Capítulo 126
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Capítulos 121-130,
Diego Rouvier,
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